siempre he pensado que cada ciudad tiene un alma propia, como si fuera una persona como tu y yo. y que somos nosotros mismos quienes alimentamos esa alma y mantenemos a la ciudad viva.cuando la ciudad se cubre de un manto gris, no es necesariamente por que el clima lo dicta así, si no que nosotros estamos tristes, o hacemos algo que afecta a la ciudad misma, por eso ella prefiere estar gris, en señal de venganza por haber sido tratada mal.
y cuando el sol brilla es la recompensa. por haber hecho las cosas bien, por soportar de pie frente a lo peor. antes no me gustaba santiago, creía que era el peor lugar para vivir.
pero ahora, como dice ramires! "algo me tiene bien atado a este lugar / que cada vez que salgo lo único que quiero es regresar... no puedo evitarlo nena, soy un chico de ciudad."
para bien o para mal.
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